martes, 14 de abril de 2009

Refrito Festivalero (segunda parte)



Hoyts Abasto. 13:30hs. Tony Manero (Chile– 2008 – 98´). Dirección: Pablo Larraín. Guión: Pablo Larraín, Alfredo Castro, Mateo Iribarren
Los premios cinematográficos suelen resultar una catapulta al éxito tanto para el director y los actores, que acumulan prestigio y renombre, como para los (contadores de los) productores, quienes obtienen jugosos dividendos extras y redondean el negocio perfecto. Por otro lado, resulta difícil para el público, entrenado o no en el arte de ver películas, resistir la carnada comercial que significa ver “la ganadora de”, “la nominada a” o “la premiada en”. Sin embargo, los subjetivos criterios de análisis, la conjunción de sentimientos que provoca el cine y los gustos personales de los selectos miembros de un jurado difícilmente coincidan con los de los futuros espectadores, por lo que esos reconocimientos se transforman en generadores de expectativas y no en garantía de calidad. Sólo así se explican los 21 lauros cosechados en más de una treintena de festivales que obtuvo la chilena Tony Manero. La segunda película de Pablo Larraín, centra la narración en el lacónico Raúl Peralta (Alfredo Castro), un extraño ser cuya ocupación es, como el mismo la define, bailar como el personaje de John Travolta en Fiebre de Sábado por la Noche. La ubicación en espacio y tiempo (Chile en la década del 70) invitaba a una reflexión sobre las motivaciones de una generación sumida en el terror, con libertades coartadas y sus sueños rotos; o al menos algún pensamiento acerca del rol del cine en los oprimidos y en quienes transpolan su vida hacia la pantalla grande. Pero no, el director de Fuga opta por reducir todos esos matices a diversos actos truculentos (y) o sexuales: para representar la soledad, el protagonista se masturba; el sometimiento lo emparienta con el sexo oral y la desilusión sobre la dura realidad con la excrementación sobre un traje blanco. Mucha simplificación, demasiada chatura y excesiva crudeza para una película que no está a la altura de las circunstancias, ¿o sí?


Hoyts Abasto. 14:00hs. Apology of an Economic Hitman (Grecia– 2008 – 90´). Dirección: Stelios Koul. Guión: Stelios Koul
La grilla de programación invitaba a ver una película donde “habla a un asesino a sueldo, un mercenario al servicio de intereses estadounidenses, quien revela mecanismos aterradores”. Sí, John Perkins describe con precisión los “aprietes” que hizo en Ecuador y Panamá entre fines de los 70 y comienzos de los 80, pero como si no fuera suficiente con su rimbombantes frases, el director griego Stelios Koul ilustra las aventuras del hitman económico con una recreación berreta que se compone de escenas absurdas, torpes y por momentos hilarantes (ver sino el mercenario apretando su habano contra el cenicero en señal de amenaza hacia el mandatario ecuatoriano Jaime Roldós). Cuando la película (y la moral del protagonista) ya están por el piso, Koul dispara el tiro gracia enfrentando a Perkins con un auditorio circular (“te van a ver de todos lados”, le advierten al apenado matón antes de entrar) repleto de enardecidos ecuatorianos dispuestos a recriminarle la brutalidad de su accionar. Él pide perdón, exterioriza su arrepentimiento y fin. Al comenzar los créditos, la sensación es que no vimos un documental, sino una sesión de catarsis entre el redencionado mercenario y su psicólogo director.

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