lunes, 30 de marzo de 2009

Para no olvidar


Gracias a la existencia de las bandas tributo, no es necesario comprar un disco de grandes éxitos para revivir en pocas horas, 25 de años de música. Tal es el caso de Algunos Hombres Buenos (AHB), una banda oriunda de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, que rinde homenaje a Andrés Calamaro e hizo vibrar al público en Acatraz.
El show comenzó apenas pasada la medianoche del domingo, cuando los cinco integrantes del grupo pisaron el escenario luciendo unas características remeras negras con las siglas "AHB" en blanco. Los primeros acordes que sonaron fueron los de "Sexy & Barrigón", "El marinero y el capitán" y "Me arde", que provocaron en la gente ganas de bailar al ritmo de las canciones. Sin embargo, sus fieles seguidores (ya llevan más de cuatro años tocando) tuvieron que contenerse y limitarse a acompañarlos con palmas ya que los encargados del lugar les llamaban la atención cada vez que intentaban hacerlo.
Luego de que los hits “Flaca”, “Te quiero igual” y “El salmón” hicieran que la noche estallara en aplausos, AHB invitó a un paseo por la historia de Los Abuelos de la Nada y Los Rodríguez con los clásicos “Sin gamulán”, “Chalamán”, “Algún lugar encontraré” y “Palabras más, palabras menos”. Si bien la euforia de la gente era incesante, el repertorio llegó al bloque final y como no podía ser de otra manera, la luz de los encendedores se movió al compás de “Crímenes perfectos”, “Me estás atrapando otra vez” y “Paloma”, que fueron el cierre perfecto de una noche en la que las canciones, como le gusta al mismísimo Andrés Calamaro, dieron la sensación de poder detener el tiempo.

sábado, 21 de marzo de 2009

Cena, música y estrellas


Nueve mesas prolijamente servidas, cena a la luz de las estrellas, suave jazz de fondo y, de postre, cumbias y boleros del grupo Tumbamores. Así, entre los placeres gastronómicos y musicales, transcurrió la jornada del último viernes en el predio de “Arte sin techo”.
La velada comenzó a las 21. A medida que los casi 40 comensales ocupaban sus sillas, realizadas en su mayoría por pintores y artistas plásticos, y elegían qué cenar, el brillo de los tubos fluorescentes empezó a disminuir para darle lugar a la tenue iluminación de las velas y el cielo, que a esa hora mostraba los últimos vestigios de un límpido atardecer.
Luego, la música. A lo largo de noventa minutos, la banda formada hace tres años tocó temas de su autoría y covers de boleros y cumbias centroamericanas. Pese a la mala acústica del lugar, un patio enquistado entre construcciones, en pleno barrio de Almagro y lindero a las vías del tren, los artistas se mostraron conformes con el show.
“Es una propuesta muy buena y la gente se suma”, sostuvo el guitarrista y saxofonista Fernando Shaffer, quien se sumó a Tumbamores el año pasado y oficio de vinculo entre la banda y Arte sin techo, una asociación civil que brinda un espacio de expresión a personas en situación de calle, donde él tiene a su cargo el taller de Lutheria.
Al terminar el show, el público reconoció a los músicos con un cálido aplauso. Se fueron a sus casas con las panzas llenas y los oídos contentos.


lunes, 16 de marzo de 2009

Por amor a vos


“Torpe”, “sosa”, “liviana”, “intrascendente”, “superficial”, “viaje turístico por Barcelona”. Cualquiera de estos adjetivos aplicados en una crítica cinematográfica dan cuenta de una película cuya calidad dista de ser buena. Por el contrario, la ficha técnica de esa obra difícilmente tenga más de dos hombrecitos soplando el clarinete, un par de deditos levantados o un número mayor a 5, según el sistema por el medio para recomendar o no las distintas propuestas de la cartelera que se renueva semanalmente los jueves.
Pero toda regla tiene su excepción y ésta se llama “Vicky Cristina Barcelona”, la película de Woody Allen, estrenada en Argentina hace poco más de un mes. A pesar que los comentarios y opiniones publicados en los principales diarios porteños contuvieran los calificativos mencionados al comienzo de este artículo, los periodistas especializados sostuvieron que el último opus del otrora sicótico amante de New York era bueno o muy bueno, recibiendo 3 puntos en Clarín y La Nación (sobre 5) y 7 unidades en Página/12 (sobre 10).
¿Cómo se explica eso? La película no es buena ni esta cerca de serlo, pero es la mejor que hizo el director de Annie Hall en la etapa europea que inicio hace 4 años con Match Point. La metáfora boba y la gravedad innecesaria de ésta, seguida de la ñoña Scoop y la trágica Cassandra`s Dream hacen que, con poco (o nada), VCB las supere con amplitud.
Por eso, la molesta sobreactuación de Penélope Cruz, las bobaliconadas del macho hispanoparlante que compone Javier Bardem (¿dónde quedó el actor que supo emocionar sólo con sus ojos en Mar Adentro?), la superficialidad de Scarlett Johansson (¿Es la misma que lloraba cuando descubría que el matrimonio dista de ser un cuento de hadas en Perdidos en Tokio?), los malos encuadres y los pésimos montajes se soportan. Estaba en Guatepeor, ahora esta en Guatemala. Se la considera “buena” simplemente por ser menos horrible que sus predecesoras, por no estar “tan mal” y porque se ve un leve vestigio del Allen que supo ser.
Sabemos que independientemente de las críticas, Argentina es uno de los pocos países donde el público no le da la espalda a sus obras. Sólo así se explica cómo un fracaso mundial como Scoop superara aquí los 100.000 espectadores, o el soporífero pesar de Ewan McGregor fuera soportado por dos centenares de miles de personas. Pero no sólo sus devotos entronizan su obra, los críticos también. Pese a la dureza con la que fue tratado durante sus experiencias en el viejo continente, el amor se mantiene firme al calificar a VCB no como una obra extrapolada del contexto, sino como un leve asenso de la pendiente con la que venía derrapando el neoyorkino. Entonces, los buenos o sietes se transforman en muestras sintomáticas del amor incondicional hacia Allen y su trayectoria, es una pequeña luz de esperanza para quienes ya lo dab(an) por acabado.
Los fanáticos que capturó con sus profundos y filosóficos dilemas durante los 70 u 80 provocan hoy una condescendencia especial para con él y sus películas. Al día de hoy, esta historia merecedora de un destino directo a DVD es una de las más películas más vistas durante 2009.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Sin soluciones, el campo llama a una movilización

Después de que se concretara, ayer por la tarde, el tercer encuentro entre la Mesa de Enlace y representantes del Gobierno, los ruralistas aseguraron no haber llegado a un acuerdo satisfactorio, y llamaron a una movilización el próximo jueves en la provincia de Córdoba.
En la extensa reunión, que se llevó a cabo en el Ministerio de Economía, participaron los ministros de Producción y de Interior, Débora Giorgi y Florencio Randazzo y el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, quienes anunciaron una baja en las retenciones de la lana y la miel. Sin embargo, la propuesta oficial no fue suficiente para los dirigentes del campo y exijieron al Gobierno la anulación total de las retenciones al trigo, “cuya producción cayó a la mitad”. Asimismo, el conflicto por las alícuotas de la soja, sigue siendo un punto escencial de debate para los productores, que reimpulsaron la idea de tratar el tema en el Congreso.
Aunque no estuvo presente el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, fue acusado de no incentivar la mejora de los precios de la carne, y que por el contrario su reacción resulte una amenaza para los frigoríficos.
Mientras que los titulares de las cuatro entidades del agro -Eduardo Buzzi (Federación Agraria), Hugo Biolcatti (Sociedad Rural Argentina), Carlos Garetto (Coninagro) y Mario Llambías (Confederación Rural Argentina)-, afirmaron haber retrocedido varios casilleros respecto a los encuentros anteriores, fuentes oficiales aseguraron avances en el diálogo.
Por su parte, la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, realizó duras críticas al reclamo del campo durante un acto realizado por la inauguración de un hospital de ojos de alta complejidad, en la localidad de Villa Tesei. “Es hora de que aquellos que tienen responsabilidades la ejerzan, porque será imposible construir un país más justo y más serio”, sostuvo.
Luego de cuatro horas de reunión y sin obtener soluciones concretas, bajo el lema “a un año y sin respuestas”, el campo volverá a movilizarse el jueves próximo para continuar con el reclamo.

jueves, 5 de marzo de 2009

Todo lo que brilla no es oro

Debutó, ganó y pintaba para campeón e ídolo, pero Giancarlo Baghetti nunca más subió al podio.

A ningún piloto del automovilismo mundial le gustaría ostentar el triste record que posee Giancarlo Baghetti: es el único piloto en la historia de la Fórmula 1 que debutó con una victoria. ¿Por qué no vanagloriarse en semejante éxito? Simple, por que luego de ese triunfo no volvió a ganar ni a subir a otro podio en la máxima categoría.
Nacido en Milan a finales de 1934, sus buenos resultados en la Formula Junior de aquel país le abrieron la posibilidad de acceder a un auto que la Federación Italiana de Automovilismo alistó para una carrera sin puntos en Siracusa, en 1961. (Durante esa década, era común que se realizaran varias carreras sin puntos ya que el calendario oficial apenas superaba la decena de competencias). La sorpresa de su quinto puesto en la grilla fue nimia al lado del estupor que despertó su victoria tras un duelo rueda a rueda con el Porsche de Dan Gurney. Con el mundo motor todavía conmocionado, el italiano volvería a vencer en el Gran Premio de Nápoles, otro evento sin puntaje, semanas después de su debut.
Con dos victorias sobre igual cantidad de carreras, fue contratado por Ferrari para conducir el cuarto auto en el Gran Premio de Francia, en el veloz circuito de Reims (donde, 3 años antes, Juan Manuel Fangio había corrido su ùltima carrera). Las largas rectas provocaron gran cantidad de abandonos, incluyendo los tres compañeros de Baghetti. Faltando pocas vueltas, el italiano secundaba al Porsche de Gurney, pero sobre la línea de meta logró sobrepasarlo para obtener el triunfo por sólo una décima de segundo.
Luego, comenzó la decadencia con dos abandonos consecutivos en las dos últimas carreras que disputó en 1961 (Inglaterra y Alemania), y se acentuó a comienzos del año siguiente. El 4to puesto en Holanda, el 5to en Italia ni el 2do puesto en el Gran Premio del Mediterráneo fueron suficientes para asegurar su permanencia en la marca italiana.
Buscó abrirse camino en escuderías menores, pero sin continuidad ni éxito.
Tras algunos años compitiendo en categorías menores, como broche para su carrera, decidió correr en 1970 la épica carrera Londres-Sidney, pero la mala racha seguía de su lado: debió abandonar cuando llegó a la India ya que había perdido sus documentos.Retirado del automovilismo, se dedicó a la fotografía deportiva hasta su muerte, en 1995.

domingo, 1 de marzo de 2009

Bragas y perfume en la Fórmula 1


Danica Patrick sería la primer mujer en competir en la máxima categoría luego de 19 años.

Pese a que no comenzó el campeonato ni se sabe hasta donde afectará la crisis económica a los distintos equipos, ya suenan rumores sobre el 2010. Según coinciden medios especializados, Danica Patrick, actualmente en el Indycar, se sumaria a las filas del nuevo equipo íntegramente norteamericano que participará en la máxima categoría a partir de la temporada venidera.
Pero la bella piloto no será la primera mujer que se suba a un Fórmula 1. En 1958, Maria-Theresa de Fillipis trató de clasificar para el Gran Premio de Mónaco, pero su vuelta no fue lo suficientemente veloz para ingresar dentro del 107 por ciento del tiempo del poleman y no pudo largar, objetivo que sí conseguiría en Bélgica, donde debutó y finalizó la carrera a dos vueltas del vencedor, convirtiéndose así en la primera mujer en correr en la máxima categoría.
Para encontrar la última participación de una dama, debemos retroceder hasta 1992, cuando Giovanna Amati luchó por un lugar en la grilla de las tres primeras competencias de ese año. Al no lograr su lugar entre los 26 habilitados para tomar la partida, el equipo Brabham la reemplazó por un joven ingles que, cuatro años después, lograría lo mismo que su padre en 1966: el campeonato mundial de Formula 1. El reemplazo de Amati era Damon Hill.
Pero si de mujeres hablamos, la historia le guarda un lugar especial a Maria Grazia Lombardi, quien, tras el Gran Premio de España de 1975, se convirtió en la única que consiguió puntuar en un carrera de Fórmula 1.
Nacida en Marzo de 1943 en Alejandria, debutó a principios de los ’60 acompañando a un amigo en la butaca derecha de su Alfa Romeo en una competencia de rally, luego de que el usual navegante no pudiera asistir. Para la carrera posterior, Lella le suplicó al piloto que inviertan los roles. Tras varios pedidos y ante la sorpresa de los organizadores y competidores, la dama tomó los controles del bólido y alcanzó hasta la cima del podio. La conductora llamó la atención de varios sponsors y, durante esa década, compitió en distintas categorías italianas de turismo y monopostos
En 1971 dejó su país para probar suerte en campeonatos internacionales. Durante dos temporadas participó en la F3 europea con resultados asombros: 13 victorias y 10 carreras puntuando. Luego de su paso por la Fórmula 5000 inglesa, llegaría su oportunidad en la máxima, a fines de 1974.
En Brands Hatch, trató de ingresar entre los 26 autos que tomaban la partida, pero no lo logro, ya que marcó el 29° registro y debió ver la carrera desde la gradas. Fue en Gran Premio de Sudáfrica de 1975 donde formó parte de la selecta lista de pilotos habilitados para largar, ingresando en el último lugar de la grilla. No fue memorable su debut ya que una falla en el bomba de nafta impidieron que vea la bandera a cuadros. Pero el punto máximo de su carrera seria solo algunos meses después, en el inseguro circuito callejero de Montjuich.
El alemán Rolf Stommlen comandaba el pelotón cuando su auto perdió el alerón trasero y se estrelló contra las endebles gradas que yacían en los derredores del trazado. Con cinco espectadores muertos y el piloto mal herido, las autoridades decidieron suspender la carrera en la vuelta 26 y otorgar la mitad de los puntajes de una carrera común. De esta forma, Lella, que había largado 24° y marchaba en sexta posición producto del abandono de diez competidores, sumó medio unidad, cifra con la que finalizaría en la 21° posición el campeonato de aquel año.